Ayer tuve un problema muy gordo, alguién me envió un correo electrónico insultando y metiendose con un amigo de una forma muy soez, lleno de mentiras.
Para que lo dejase estar ya que era todo mentira, no se me ocurrió otra tontería que autoinculparme sin pensar en el final de la historia, no podía imaginar en ningún momento lo que estaba a punto de suceder.
Este se puso a investigar según me dijo y acabó enfadado conmigo porque según le entiendo en un sms, el mensaje sale de mi ordenador y esto no fue así ni en broma.
¿alguien sabe como se pudo producir esto?
Ahora lo que me molesta y asusta más, el pensar que cualquiera se puede meter en mi ordenador y obtener datos, que el hecho del enfado de éste (ha demostrado no ser buen amigo desconfiando de mi) y no estaría de más intentar demostrar mi inocencia (aunque ya poco me importa).
Trabajo en red con un router inalambrico. El único ordenador que estaba conectado era el mio, porque estaba trabajando, con el correo abierto.
Por favor dadme sugerencias
Todo esto se incia en noviembre de 2010 con intentos de acceso a mis cuentas sin yo saber nada hasta noviembre de 2011 que se identifica un hacker Muestro como me quebraron la cabeza haciendome pensar mil cosas. No todo es lo que parece. Hay que perdonar pero no olvidar para aprender la lección. No todo es lo que parece, aunque alguien se empeñe al final saldrá lo que es. Los problemas no están en los ordenadores, si no en el desalmado que manipula su visión.
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¿has comprobado la seguridad de la red?
ResponderEliminarsi tú no has sido ¿te ha dicho como sabe que eres tú?, es muy dificil que nadie se te haya metido en tu red.
ResponderEliminarPodría ser una excusa suya para enfadarse o jugar contigo, escribiéndote él mismo el mensaje. ¿lo has pensado?
Ante todo gracias a los dos por decirme algo.
ResponderEliminarAl primero, estoy en ello. Revisando y aumentando la seguridad por si acaso e intentando contactar de firme con la seguridad internauta a ver si me saben decir algo.
Al segundo: no, todavia no me ha dado datos, pero también estoy en ello, confio en que me de para proseguir con lo anterior. De todas formas, no se me ha ocurrido pensar en que haya podido ser él mismo, sería tan bajo hacerlo como dudar de un amigo. Para enfadarse no hace falta ser tan cruel.
Un saludo,
Africa
Por supuesto que me gustaría probar mi inocencia, aún cuando existe la presunción de inocencia. A nadie le gusta que le inculpen en algo que no es cierto y menos enfados por ello.
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